miércoles, 11 de febrero de 2015

El sueño de una solitaria empatía

Hubo una vez un sueño que cada vez que se despertaba
de repente solitario en la infinidad se hallaba.
Desconsolado día tras día lloraba
y su alma seca y yerma siempre acababa.

De la misma situación noche tras noche
no podía escapar.
De su propio mar de agua lacrimógena 
se veía rodeada.

Gota a gota la infinidad  había llenado.

Ahora miró a su alrededor.
Y con ojos de quien ve un fenómeno extraordinario
 su mar de tristeza empezó a contemplar


En cada reflejo del agua cristalina un potente recuerdo apareció
y los lugares, las experiencias y los seres que su mente invadían
millones de segundos consumían.
Y así su vida transcurría.

Y cuando ni de el mismo ya se acordaba, ni del tiempo que había pasado, una gotas de un sueño ajenas a él, repentinamente aparecieron por el agua nadando hacia él. 

Nunca de este tipo antes las había visto.
Al líquido que le rodeaba una nueva, insólita y renovadora forma otorgaba.
Colores y formas que jamás antes había contemplado. 
Totalmente fascinado se hallaba y las preguntas nunca cesaban.
¿Qué es?¿Quién es?¿Como es? ¿Dónde esta? ¿Qué hace aquí?

Todo el tiempo que hasta ahora había transcurrido quedo
Concentrado en una sacudida al corazón, que de un fortísimo golpe le mato.
Y a través de la muerte la vida volvió a encontrar.

Y entonces entendió que todo había sido otro sueño.